Venir de merienda a Ledesma, comprar sus embutidos y sus productos de obrador, en especial las famosísimas Rosquillas de Ledesma, es una tradición.

Son muchos los salmantinos y gentes de los alrededores que se acercan a Ledesma a realizar sus comidas y cenas; ya sean familiares, reuniones de amigos o de empresa.

Carnes de vacuno, chuletones, churrasco, embutidos, jamón y lomo ibéricos, quesos, cochinillo, lechazo, chuletillas de cordero, cabrito cuchifrito, piezas de caza, tencas, ...; forman un amplio conjunto de platos capaces de satisfacer todos los gustos.

Todo ello regado con vinos de la tierra, Ribera del Duero, Toro, Arribes, Rueda, etc.

Además se cocinan primeros platos exquisitos a base de afamados productos de la zona y las comarcas cercanas:

Setas de cardo, Lentejas de la Armuña, Cocidos con Garbanzos de Fuentesaúco, Potajes, Alubias, etc.

No faltan tampoco los postres caseros, tales como cuajadas, flanes, tartas al queso, etc.